l linguini cremoso de carne con parmesano y salsa de mantequilla y ajo es uno de esos platos que combinan sencillez y sofisticación en un solo bocado.
Imagina una pasta perfectamente cocida, envuelta en una salsa aterciopelada de mantequilla y crema, con el sabor inconfundible del ajo fresco y el toque salado del parmesano. A todo esto se suma la jugosidad de la carne molida, que convierte esta receta en una comida completa, nutritiva y llena de sabor.
Lo mejor de este plato es su versatilidad: puedes prepararlo en menos de 40 minutos y adaptarlo a tus gustos, ya sea con pasta sin gluten, una versión más ligera o incluso sin carne si buscas una opción vegetariana.
Además, se trata de una receta ideal para una cena especial, un almuerzo familiar o incluso para sorprender a tus invitados con un toque gourmet sin complicaciones.
En este artículo descubrirás los ingredientes principales que hacen posible esta deliciosa combinación, los pasos exactos para preparar la salsa cremosa y la carne, consejos de cocción para lograr un linguini al dente, variaciones creativas, información nutricional y respuestas a las preguntas más comunes.
Todo lo que necesitas para disfrutar en casa de un plato que sabe a restaurante, pero con la calidez de tu propia cocina.
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Tabla de contenidos
Ingredientes principales
Lingüines: la base perfecta
El linguini es el tipo de pasta ideal para esta receta. Su forma plana y ligeramente ancha permite que cada hebra se cubra con la salsa cremosa, atrapando los sabores de la mantequilla, el ajo y el queso parmesano.
A diferencia de los espaguetis, el linguini ofrece una textura más firme y elegante, lo que lo convierte en la elección preferida para platos con salsas densas. Para obtener el mejor resultado, opta por pasta de trigo duro de buena calidad.
Carne molida: la proteína estrella
La carne molida aporta el cuerpo y la riqueza necesarios para equilibrar la suavidad de la salsa. Al cocinarla bien dorada, se intensifican sus sabores y se obtiene esa textura jugosa que complementa a la perfección el linguini.
Puedes usar carne de res al 80/20 (con un poco de grasa para mantener la jugosidad), o bien una mezcla con cerdo para un perfil más robusto. Si buscas una versión más ligera, la carne de pavo o pollo molido también funciona bien.
El papel de la mantequilla y el ajo en la salsa
La salsa comienza con una base clásica de mantequilla derretida, que aporta untuosidad y un sabor inconfundible.
Cuando se combina con ajo fresco picado, la mezcla se convierte en el corazón aromático del plato. Este dúo crea la base sobre la cual se integrarán la crema y el parmesano, logrando una salsa con profundidad y un aroma irresistible que llena la cocina al instante.
El toque del queso parmesano
El queso parmesano recién rallado es un ingrediente insustituible. Su sabor salado y lleno de umami se derrite en la salsa, dando lugar a una textura cremosa y espesa.
Además, espolvorear un poco sobre el plato al momento de servir intensifica la experiencia, aportando tanto sabor como una presentación más apetecible.
Otros ingredientes que elevan el sabor
Aunque los protagonistas son la pasta, la carne y la salsa, los pequeños detalles hacen la diferencia:
- Crema de leche: aporta una suavidad aterciopelada.
- Perejil fresco: añade un contraste de color y frescura.
- Sal y pimienta negra: esenciales para equilibrar cada capa de sabor.
- Hojuelas de pimiento rojo (opcional): perfectas si disfrutas de un toque picante.
- Tomillo fresco (decoración opcional): brinda un aroma terroso y elegante al plato.
Con estos ingredientes bien seleccionados, tienes la base perfecta para preparar un esta reseta que no solo es delicioso, sino también digno de lucirse en cualquier mesa.

Cómo preparar la base cremosa de la salsa de mantequilla y ajo
Derretir la mantequilla de manera adecuada
El primer paso para crear una salsa sedosa y aromática es derretir la mantequilla a fuego medio. No la dejes a fuego alto, ya que puede dorarse demasiado rápido y tomar un sabor amargo. Lo ideal es esperar a que burbujee suavemente, generando un aroma irresistible que será la base de la receta.
Sofreír el ajo para extraer su aroma
Con la mantequilla ya lista, es momento de añadir ajo fresco picado. Cocínalo apenas un minuto, hasta que suelte su fragancia. El secreto está en no dejar que se queme, ya que el ajo amargo puede arruinar la delicadeza de la salsa.
Esta combinación de mantequilla y ajo es la esencia que distingue al linguini cremoso de carne con parmesano y salsa de mantequilla y ajo de otras recetas de pasta.
Añadir la crema y lograr la textura ideal
La crema de leche aporta esa riqueza aterciopelada que tanto caracteriza a este plato. Añádela lentamente mientras revuelves, dejando que se integre con la mantequilla y el ajo. En pocos minutos tendrás una base suave, cremosa y con cuerpo, lista para recibir el toque del queso.
Incorporar el parmesano para espesar y dar sabor
Por último, el queso parmesano recién rallado entra en escena. Al derretirse en la crema, crea una salsa más espesa y sabrosa. Aquí es importante añadirlo poco a poco, mientras se revuelve constantemente, evitando grumos y logrando esa textura perfecta que abrazará cada hebra de pasta.
Cocción de la carne y mezcla con la salsa
Cómo dorar la carne molida para intensificar el sabor
La carne molida debe cocinarse en una sartén aparte hasta que quede bien dorada. Este paso es fundamental, ya que el dorado libera sabores más profundos y le da un contraste a la suavidad de la salsa.
Eliminar exceso de grasa para un plato balanceado
Dependiendo de la carne elegida, puede soltar algo de grasa durante la cocción. Retírala con cuidado para evitar que la salsa quede demasiado pesada. Lo importante es conservar la jugosidad de la carne sin que opaque los otros sabores.
Integración de la carne en la salsa cremosa
Una vez lista, incorpora la carne molida en la salsa cremosa. Revuelve con suavidad para que cada trozo de carne quede cubierto por la mezcla de mantequilla, ajo y parmesano. Este paso convierte a la salsa en un equilibrio perfecto entre proteínas y cremosidad.
Ajuste de sazón con sal, pimienta y especias opcionales
Es momento de sazonar. Añade sal, pimienta negra recién molida y, si lo deseas, hojuelas de pimiento rojo para un ligero toque picante. Cada condimento debe sumarse con cuidado para no sobrecargar el plato.

Linguini cremoso de carne con parmesano y salsa de mantequilla y ajo
Ingredientes
- 400 g de linguini
- 400 g de carne molida
- 3 dientes de ajo picados
- 3 cucharadas de mantequilla
- 1 taza de crema de leche
- 1 taza de queso parmesano rallado
- 2 cucharadas de perejil fresco
- Sal y pimienta al gusto
- Hojuelas de pimiento rojo opcional
Elaboración paso a paso
- Cocinar el linguini al dente en agua con sal.
- Derretir la mantequilla y sofreír el ajo.
- Añadir la crema y el parmesano para hacer la salsa cremosa.
- Dorar la carne molida en sartén aparte y retirar exceso de grasa.
- Integrar la carne con la salsa.
- Mezclar la pasta con la salsa cremosa y servir con perejil fresco y parmesano extra.
Notas
Preparación del linguini para una cocción perfecta
Cómo lograr una cocción al dente
El linguini debe hervirse en abundante agua con sal hasta que alcance el punto al dente. Esto significa que la pasta aún conserva un poco de firmeza al morderla, lo cual es clave para que no se vuelva blanda al mezclarse con la salsa.
Uso del agua de la pasta en la salsa
Un truco infalible para realzar la textura de la salsa es añadir unas cucharadas del agua de cocción del linguini. El almidón contenido en esta agua ayuda a que la salsa se adhiera mejor a la pasta, creando una mezcla homogénea y más sabrosa.
Errores comunes al cocinar linguini
Uno de los errores más frecuentes es dejar la pasta demasiado tiempo en el agua. Otro es enjuagarla después de la cocción, lo cual elimina el almidón natural que ayuda a ligar con la salsa.
Mezclar pasta y salsa de manera uniforme
Una vez que el linguini esté listo, mézclalo directamente con la salsa y la carne en la sartén. De esta manera, cada hebra quedará cubierta y absorberá mejor el sabor.
Presentación y toques finales del plato
Añadir perejil fresco y hierbas aromáticas
Un puñado de perejil fresco picado al final aporta color, frescura y un contraste perfecto con la salsa cremosa. También puedes usar albahaca o tomillo como alternativas.
Uso de hojuelas de pimiento rojo para un toque picante
Si disfrutas de un ligero picor, espolvorea unas hojuelas de pimiento rojo. Este detalle rompe la riqueza de la crema con un contraste vibrante.
Cómo emplatar para un resultado profesional
Coloca el linguini en un plato hondo, dejando que la salsa se asiente en el fondo y cubra la pasta. Decora con más parmesano recién rallado y una ramita de tomillo para un acabado digno de restaurante.
Opciones de acompañamiento (pan de ajo, ensalada, vino)
El linguini cremoso combina muy bien con pan de ajo crujiente, una ensalada fresca y una copa de vino blanco seco. Estos complementos equilibran el plato y lo convierten en una experiencia completa.

Variaciones y sustituciones en la receta de linguini cremoso
Versión con pasta sin gluten
Si prefieres evitar el gluten, simplemente usa linguini elaborado con arroz, maíz o quinoa. La textura será ligeramente distinta, pero la salsa cremosa mantiene el plato igual de delicioso.
Sustituciones de la crema
Si no tienes crema de leche, puedes reemplazarla por leche evaporada, yogur griego o incluso crema de avena para una opción más ligera y con menos grasa.
Opción vegetariana sin carne
Para una versión vegetariana, elimina la carne molida y añade champiñones salteados o espinaca fresca. Estos ingredientes aportan textura y mantienen el plato sustancioso.
Opción ligera con menos grasa
Puedes reducir la mantequilla a la mitad y usar queso parmesano bajo en grasa. El resultado será más ligero, pero aún conservará la esencia cremosa.
Consejos de conservación y recalentado
Cómo guardar el linguini cremoso en el refrigerador
Este plato se conserva muy bien en un recipiente hermético durante 3 a 4 días en el refrigerador.
Métodos para recalentarlo sin perder textura
Recalienta a fuego bajo en una sartén, añadiendo un chorrito de leche o crema para devolver la humedad a la salsa. Evita el microondas, ya que puede resecar la pasta.
Qué hacer si la salsa se seca
Si notas que la salsa está demasiado espesa al recalentar, agrega un poco de agua de pasta reservada o caldo de pollo para recuperar la cremosidad.
Tiempo máximo de conservación
Aunque puede congelarse, se recomienda consumirlo fresco para preservar su textura cremosa.
Información nutricional
Calorías y macronutrientes por porción
- Calorías: 620
- Proteínas: 29 g
- Carbohidratos: 48 g
- Grasas: 35 g
- Grasas saturadas: 17 g
- Fibra: 3 g
Beneficios de los ingredientes principales
- Carne molida: aporta proteína y hierro.
- Parmesano: rico en calcio y sabor.
- Ajo: con propiedades antioxidantes.
- Pasta: fuente de energía gracias a los carbohidratos complejos.
Comparación con otras recetas de pasta cremosa
Este linguini es más completo nutricionalmente que versiones solo con crema, ya que la carne añade proteína y saciedad.
Tips para balancear el plato en una dieta saludable
Acompáñalo con ensalada verde y reduce la porción de pasta si deseas un menú más ligero.
Preguntas frecuentes
¿Puedo preparar esta receta con antelación?
Sí, puedes hacerla unas horas antes y recalentarla suavemente en sartén con un poco de leche o crema extra.
¿Qué pasa si no tengo crema para batir?
Puedes usar leche evaporada, yogur griego o una alternativa vegetal como crema de avena.
¿Puedo usar parmesano rallado?
Sí, aunque lo ideal es rallarlo fresco para un mejor sabor y textura.
¿Es picante este plato?
No, a menos que añadas hojuelas de pimiento rojo.
¿Puedo usar pasta sin gluten?
Claro, usa linguini de arroz, quinoa o maíz.
¿Cómo puedo aligerarlo?
Reduce la mantequilla y usa crema ligera o leche evaporada.
¿Puedo duplicar la receta para mucha gente?
Sí, solo ajusta proporcionalmente los ingredientes y usa una olla grande.
¿Cómo puedo hacerlo vegetariano?
Reemplaza la carne por champiñones, espinaca o berenjena salteada.
Conclusión
El linguini cremoso de carne con parmesano y salsa de mantequilla y ajo es mucho más que una simple receta de pasta: es un plato reconfortante, adaptable y con el equilibrio perfecto entre suavidad, intensidad y frescura. Su preparación no requiere técnicas complicadas, pero el resultado es digno de cualquier mesa especial.
Lo mejor es que puedes adaptarlo a tu estilo de vida: hacerlo más ligero, sin gluten o vegetariano, sin perder la esencia de su sabor cremoso. Así que no esperes más, reúne los ingredientes, enciende la cocina y disfruta de este plato que combina tradición, sabor y un toque gourmet en cada bocado.
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